viernes, marzo 07, 2008

Nuevo año Waldorfiano

Ayer jueves 6 de marzo, mi enanito comenzó su nuevo año en el jardín Wadorf y qué alegría verlos y sentir que realmente extrañaron su jardín.
Yo llevaba cerca de dos semanas recordándole al enano que empezaría su jardín, pero él insistentemente me respondía que no quería ir y que no le gustaba el jardín...

Bueno ayer nos pasó de todo. Nos levantamos con música (como siempre), felices. Yo preparando todo a la velocidad de la luz. Mochila, ropa, colación, toalla, delantal, abrazos... TODO. Yo como siempre apurando al enano, que se queda pegado con preguntas que inventa en el instante para alargar los minutos de salida (es su característica, suele hacer preguntas de relleno, se nota en su carita y sus frases pausadas, que está inventando todo en ese instante, sólo para evitar que lo dejes durmiendo en su pieza o para no irse de un lugar en el que quiere estar o simplemente porque si).

Estábamos en eso -yo apurándolo y él haciendo preguntas- cuando cierro la puerta del departamento y ....... me doy cuenta que estoy sin cartera, sin llaves de la casa, sin llaves del auto, sin plata. PRACTICAMENTE DESNUDA para esta sociedad.

Por la cresta digo!!!!!
El enano me mira y me dice: "No se dice eso"
Y le digo: "Pucha enano tu mamá es tan volada"
Me mira hermoso y me dice: "Noooooo, no eres volada. Esperemos a la Titi para que nos abra"
No lo podía creer, mi enano me estaba dando soluciones, ajajajajaja.
Bueno llamamos a la Titi (ella llega a mi casa como a las 9:15 am y nos podría abrir la puerta y sacar las llaves) QUÉ BUENA IDEA ENANO!, BRILLANTE!

Entre medio me desesperé -para variar- y salí con el enano a buscar un taxi. La Titi se demoraba mucho en llegar y yo llegaría muy tarde al trabajo. TODOS los taxis estaban llenos con viejas. Feas. Pesadas.
Nos devolvimos y esperamos a la Titi y mientras esperábamos le dije al enano: "Vas a tener que quedarte con la Titi, porque no alcanzo a ir a dejarte al jardín"
Su reacción fue de total odio hacia mi......

Me miró y me dijo: "Mamá todo los días me decías que tengo que ir al jardín y ahora no voy".

Huyyyyy me dije, qué voy a hacer con este niño y recién tiene cuatro años y medio (como dice él).

Lo único que él quería era ir al jardín y ver a sus amigos del alma.
Finalmente lo logramos y llegamos al jardín, como siempre estaba la tía Alba esperándonos. Feliz. Radiante. Acogedora.
Y todo el lugar era alegría. Mamás, Papás, niños y tías estaban felices, llenos de energía.

La verdad es que toda esta historia es para contar que cada día agradezco más el haber encontrado un jardín como este. No sabría como explicarles lo lleno que siento el pecho cada vez que dejo a mi hijo en ese bello lugar.

La pedagogía Waldorf y la Antroposofía ya son un gran hallazgo para nosotros, pero este jardín en particular es un toque de magia en esta ciudad.

See you next post...

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